UN PAISAJE EXTRAORDINARIAMENTE BELLO

Sin tener la mas remota idea de que ello pudiera ser posible, os traigo las respuestas de un seguidor convencido ya desde el primer día pero mucho más desde el día 9 de abril en que asistió a su primer concierto en directo en la sala Clamores de Madrid.

Ese día fue realmente especial, varias cosas cambiaron y espero que ese cambio haya sido para bien. Fue especial no solo para Virginia, sino para las personas que asistieron al concierto, pudieron disfrutar de un personaje nuevo en escena junto a Virginia y Iñaki, un batería llamado José "El niño". El concierto ganó en calidad, ganó en aporte artístico, ganó en profundidad, ganó en grandeza. El escenario se hizo pequeño ante tanto derroche de arte por parte de los tres componentes, esta claro que los triángulos persiguen a Virginia. Cuando tenía a Fran a su lado era fabuloso pero ahora con la batería en lugar tampoco tiene desperdicio.

Ese día fue especial por otras razones, una de ellas es que hubo varios reencuentros más que deseados desde hacía tiempo. Abrazos añorados y dulces palabras que querían ser oídas.

Todo se reduce a una sola frase

" NO PUEDO VIVIR SIN TI "

Julien Sorel (02-05-10)

¿Qué te hace sentir la música de Virginia?

Sobre todo emoción. Una emoción similar a la que siento cuando leo un poema de Mario Benedetti o miro un cuadro de Van Gogh. O la misma sensación de cuando estás contemplando un paisaje extraordinariamente bello. En esos momentos, sabes que estás ante algo excepcional, ante algo auténticamente hermoso. La voz de Virginia y el sentimiento que pone cuando canta, están hechos de esa misma sensación.

¿Cómo definirías la música de Virginia?
Para mí, la música de Virginia aún está por descubrir. Apenas conocemos unas pinceladas de lo que es capaz de crear. Pero sí tenemos una innumerable colección de temas clásicos que ha hecho suyos y unas pocas muestras de hacia qué estilo o estilos puede enfocar su carrera. También tengo mi propia preferencia en ese sentido, claro. Pero bueno, teniendo en cuenta estos matices, yo creo que la música de Virginia sobresale, fundamentalmente, por dos cosas: autenticidad y naturalidad. Creo que cuanto más auténtico es lo que canta (es decir, cuanto más lo siente) y más natural lo hace (sin demasiado artificios y dejándose llevar por lo que la propia música le va inspirando), mucho mejor resulta.
Siempre he pensado que Virginia es una cantante en la que destaca mucho más el talento natural que la propia técnica. Creo que se deja llevar mucho, cuando canta (y seguramente cuando compone) por sus estados de ánimo. Y eso es algo que le aporta mucha frescura a la música. Es un riesgo también, claro está… Pero es un bonito riesgo.

¿Qué te atrajo de ella?
Me atrajo su sencillez y su originalidad. La valentía de cantar un tema tan emblemático, y que tiene tan poco que ver con OT, como “Smile”. Su increíble sonrisa cantando esa noche… Eso despertó mi curiosidad. Pensé que no era lo habitual. Y creo que ese es el pensamiento que suele despertar Virginia en la gente cuando se acercan por primera vez a escucharla: sorpresa y curiosidad. La gente no espera algo distinto, porque hay muy pocas cosas distintas. Ella posee esa capacidad de sorprender y de salirse de lo estándar, de lo normal. Cuando la vi ese día en aquel concurso, pensé lo típico: “¿Qué hace una chica como tú en un sitio como ese?”.
Luego, es imposible que no te atraiga su transparencia. Su estado de ánimo se aprecia claramente en sus gestos y en su voz. Es como un cristal. Después, cuando la escuché cantar en clase de Manzo temas como “Yesterday” o “The first time ever I saw your face”, supe que era alguien con un talento excepcional. Y, hace muy poco, cuando la vi en directo en la sala “Clamores” de Madrid, tuve muy claro que lo tiene todo para ser una de las grandes voces de este país.

Sólo necesita un poquito de suerte y mucha paciencia.